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New York (Redacción - BBC News Mundo).- Un exgeneral venezolano estrechamente ligado al fallecido presidente Hugo Chávez fue condenado por un tribunal de Estados Unidos a 21 años de prisión por suministrar armas a la guerrilla de las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Clíver Antonio Alcalá Cordones, de 62 años, era uno de los dirigentes chavistas acusados de "narcoterrorismo" por su supuesta implicación en el Cartel de los Soles, organización criminal a la que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa de llevar a cabo un plan para inundar el país con cocaína.
Junto a él, están acusados el presidente Nicolás Maduro, y algunas otras de las más destacadas figuras del Estado venezolano, que siempre han negado tales acusaciones y las atribuyen al “imperialismo” estadounidense y su supuesta campaña contra la Venezuela chavista.
El juez Alvin K. Hellerstein, del Tribunal Federal de Manhattan, fue el encargado de imponerle la condena a Alcalá después de que este se declarara culpable en junio del año pasado.
El fiscal Damian Williams anunció la condena: “Como uno de los altos mandos del ejército venezolano y del Cartel de los Soles, Clíver Antonio Alcalá y sus cómplices buscaron usar la cocaína como arma al ayudar a las Farc a enviar toneladas de drogas hacia Estados Unidos”.
Según el fiscal, Alcalá, “corrompió las instituciones vitales de su propio país a la vez que ayudaba a inundar este (Estados Unidos), con cocaína, pero ya no más".
"Ahora pasará más de veinte años en una cárcel” estadounidense, dijo.
Alcalá se había entregado en marzo de 2020 a las autoridades de Colombia para ser extraditado a Estados Unidos y colaborar con la justicia allí, que ofrecía US$10 millones como recompensa a quien facilitara su captura. Tras su entrega, había permanecido detenido en Nueva York.
Primer condenado
Alcalá es el primer condenado en el caso por “narcoterrorismo” en el que también está acusado Maduro.
Considerado uno de los colaboradores más cercanos de Hugo Chávez durante el ascenso de este al poder en la década de 1990, Alcalá se distanció de Maduro tras la muerte del presidente venezolano.
Alcalá incluso declaró públicamente que fue incluido en la acusación estadounidense después de haberse distanciado de Maduro.
El exgeneral también afirmó que estaba planeando un golpe de Estado junto a la oposición venezolana y por eso traficaba con armas entre Colombia y Venezuela.
Finalmente se entregó y se prestó a colaborar con la justicia de Estados Unidos.
Los abogados de Alcalá solicitaron que se tuviera en cuenta su colaboración con la justicia y su participación en planes para derrocar a Maduro para que la condena se redujera a seis años, mientras que los fiscales solicitaban para él una pena de 30 años. La condena finalmente es de 21.