Caracas (RFI/ Foto referencial).- La represión continúa en Venezuela, donde la reelección de Nicolás Maduro es fuertemente cuestionada. Ahora es en las filas de las empresas públicas donde el gobierno castiga, despidiendo a los empleados que no apoyan al actual presidente.
Ya se trate de la petrolera Pdvsa, del canal de televisión VTV o de la compañía eléctrica Corpoelec, los despidos se multiplican en las empresas públicas venezolanas. O mejor dicho, los empleados se ven obligados a dimitir. ¿El motivo? No apoyar al actual presidente, Nicolás Maduro, cuya reelección es cuestionada, informa nuestra corresponsal en Caracas, Alice Campaignolle.
Según Reuters, las redes sociales de los empleados están siendo estrechamente vigiladas y cualquiera que publique algo crítico con el actual Gobierno es convocado por el departamento de recursos humanos. Normalmente, los empleados del sector público están obligados a participar en manifestaciones progubernamentales, y muchos de ellos mantienen un perfil bajo, prefiriendo reservarse sus preferencias políticas.
Oleada de despidos
Pero esta moderación no siempre es suficiente, y varios centenares de trabajadores ya han sido despedidos desde las elecciones del 28 de julio. Este último episodio represivo recuerda a la oleada de despidos de 2002 y 2003. Entonces, el presidente Hugo Chávez despidió a más de 20.000 trabajadores de Pdvsa por participar en una huelga que paralizó todo el país.
En la actualidad, la empresa petrolera estatal sólo cuenta con 9 mil empleados y ya está desesperadamente escasa de personal cualificado.