Caracas (Con información de Prensa CEV).- A la 1:30 p.m. del viernes 24 de septiembre de 2021, tuvo lugar la Santa Misa Exequial e inhumación de los restos del cardenal Jorge Liberato Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas, en la Catedral Metropolitana Santa Ana de la Arquidiócesis de la capital.
La eucaristía fue presidida por el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas y concelebrada por monseñor Raúl Biord, obispo de La Guaira y segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana; monseñor José Trinidad Fernández, obispo electo de Trujillo y secretario general de la CEV; monseñor Tulio Ramírez, obispo de Guarenas; monseñor Freddy Fuenmayor, obispo de Los Teques; monseñor Fernando Castro, obispo de Margarita; monseñor Ricardo Barreto, obispo auxiliar de Caracas y monseñor Ignazio Ceffalia, encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica.
Este último, al iniciar la eucaristía, hizo lectura del telegrama del papa Francisco ante el fallecimiento del cardenal Urosa, en el que se refirió a él como un “abnegado pastor que durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia”.
Durante su homilía, el cardenal Porras brindó palabras de consuelo a los familiares del cardenal Urosa, y expresó el cariño que les unía tras más de seis décadas de amistad, desde su formación en el Seminario Interdiocesano de Caracas. “Algo se desgarra en el alma cuando un amigo se va, pero nos anima la fe, razón de nuestras vidas, y la resurrección a la que Jorge siempre cantó con profunda convicción y predicó con vigor y esperanza”, manifestó.
El cardenal Porras hizo referencia a las “virtudes sencillas y cercanas a los más necesitados” del cardenal Urosa, señalando que todo lo hizo “con desprendimiento de todo lo material y sin buscar aplausos o halagos. La preocupación por los pobres, por los habitantes de los barrios caraqueños”.
Añadió que fue “exigente por talante, porque la perfección fue la meta buscada lo hizo ser austero consigo mismo antes que a los demás; serio, pero alegre, lo supo derramar con creces. Preocupado por la preparación propia y ajena, sobre todo por la catequesis, nos deja varias de sus publicaciones que en estos últimos años compiló para dárnoslas, son parte del legado que queda para la posteridad”.
“Su amor a Jesucristo fue tal, que día a día, fue dibujando su imagen en su propia personalidad, intentando reproducirla en todos”, afirmó el cardenal Porras. “Con olor de oveja, porque se identificaba con los problemas y las situaciones de la gente. De allí su llamado a la justicia, la libertad, la democracia y el bien común”.
En referencia al último mensaje escrito por el Cardenal Urosa previo a su ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, el cardenal Porras lo calificó de “testamento espiritual”, que “con la serenidad que da la paz interior, ante una circunstancia límite postulada por las exigencias médicas, tuvo el coraje de trasmitirlo a su pueblo”.
El cardenal Porras reiteró su compromiso “de hacer honor al legado de un pastor que veló por fortalecer las bases de un mejor país que reúna a todos los venezolanos en una misma comunión”.
Al finalizar la eucaristía, monseñor José Trinidad Fernández, secretario General de la CEV, hizo lectura de la carta enviada por el Consejo Episcopal Latinoamericano en la que manifiestan su cercanía ante la partida de un “pastor solícito a las necesidades del Santo Pueblo de Dios”.
Seguidamente, leyó el Comunicado de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana ante el fallecimiento del cardenal Jorge Urosa Savino en el que expresan, en nombre de los arzobispos y obispos de Venezuela, sus condolencias a los familiares y amigos, así como al presbiterio y la feligresía de la Arquidiócesis de Caracas, y le recuerdan “como uno de nuestros hermanos mayores en la fe y el ministerio Episcopal, fue un hombre que dio testimonio permanente a través de su ejemplo de vida centrada en Jesucristo el Señor”.
Al finalizar, tuvo lugar el ritual de inhumación de los restos del cardenal Urosa Savino en el Panteón Arzobispal, ubicado en la Capilla Nuestra Señora del Pilar de la Catedral de Caracas.
Primera eucaristía por parte de obispo de Guarena
Monseñor Tulio Ramírez, obispo de Guarenas, presidió a las 9:00 a.m., la primera eucaristía en sufragio por el eterno descanso del cardenal Jorge Liberato Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas.
En su homilía, monseñor Ramírez resaltó el “profundo amor y fidelidad a Jesucristo” del Cardenal Urosa, así como “su ardor misionero y evangelizador, su preocupación constante por la catequesis, la acción social de la Iglesia, la educación religiosa escolar y la promoción sacerdotal”.
Añadió que su ejemplo será un motivo para “avivar en nuestra Iglesia la dimensión evangelizadora, siguiendo radicalmente a Jesucristo con su transparencia de vida sencilla al lado de los más pobres y vulnerables como nos pide el Papa Francisco”.
El obispo de Guarenas, recibió su ordenación episcopal por imposición de manos del cardenal Jorge Urosa, y fue obispo auxiliar de Caracas desde 2012 hasta su nombramiento como obispo de Guarenas en diciembre de 2020, por lo que compartió 6 años de ministerio episcopal en el servicio a la Arquidiócesis de Caracas, bajo la dirección del cardenal Urosa.
Agradecido por el aprendizaje recibido, Mons. Ramírez expresó su admiración hacia el cardenal Urosa “por su amor a Venezuela y su servicio a la Iglesia”, y destacó su entrega como “defensor de los derechos humanos. Por su gentileza y buen trato, se le recordará como profeta de la paz y la justicia”.
Durante la mañana del viernes 24 de septiembre, se realizaron diferentes eucaristías en sufragio por el eterno descanso del cardenal Urosa Savino. A las 10:00 p.m. tuvo lugar la Santa Misa presidida por monseñor José Trinidad Fernández, obispo electo de Trujillo y secretario general de la CEV; a las 11:00 a.m., la misa presidida por monseñor Ricardo Barreto, obispo auxiliar de Caracas, y a las 12:00 m. la eucaristía presidida por monseñor Raúl Biord, obispo de La Guaira y segundo vicepresidente de la CEV, hasta culminar con la Misa de Inhumación de los restos a la 1:30 p.m., presidida por el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador Apostólico de Caracas, con un aforo limitado a los familiares del cardenal Urosa y el Consejo de Gobierno Eclesiástico.
Santa misa en sufragio
El viernes, 24 de septiembre de 2021, a las 10:00 a.m., monseñor José Trinidad Fernández, obispo electo de Trujillo y secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana, presidió la Santa Misa en sufragio por el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas.
Durante la homilía, el obispo hizo referencia al Plan Para Resucitar del papa Francisco, una meditación realizada por el Sumo Pontífice durante la emergencia sanitaria por Covid-19, en la que destaca cómo ante la muerte y el duelo, Jesús resplandece en la esperanza de la vida plena. “Con el Señor la muerte no tiene la palabra”, expresó monseñor Fernández. quien señaló que aunque la pandemia hace parecer “que todo está perdido”, siempre es posible sentir “la fuerza de Dios”.
Con este enfoque, monseñor José Trinidad Fernández se refirió a la lectura del Evangelio según San Marcos, señalando que como Jesús, el Cardenal Urosa “no está aquí, ha resucitado”, a la esperanza de la vida eterna. “La muerte es la piedra fuerte que debemos correr”, señaló el prelado, quien destacó que para el cardenal, precisamente la Resurrección “era el mensaje permanente en su vida de pastor”.
“Tanto en la muerte como en la vida somos del Señor”, recordó el secretario general de la CEV
Afirmó que a lo largo de su vida, “el Cardenal Urosa siempre cultivó el amor de Dios”, tal como lo sugería su lema episcopal “Pro Mundi Vita” (Por la vida del mundo), cercano a los desfavorecidos, atento a las necesidades sociales, dedicado a la formación de los sacerdotes y ofreciéndose desde el servicio a todos sin exclusión, describió el pbispo. “En esta situación no podemos quedarnos acongojados, sino llenos de esperanza para superar esta realidad que nos sume en el mundo entero”.
“La caridad siempre nos debe mover para sentirnos en estos tiempos sensibles ante la realidad para saber estar y acompañar a los que padecen esta terrible enfermedad como también a quienes quedamos”, exhortó monseñor Fernández.
Pidió a Dios que “la pandemia del egoísmo y la indiferencia”, para que “no nos paralice como Iglesia en la tarea de anunciar el Evangelio y que nos mueva el amor de Dios a vivir en la verdad y el servicio de acompañar al más necesitado”.
“Que hoy seamos agradecido por este ejemplar pastor que en todo momento quiso agradar a Dios en el servicio del Anuncio de la Buena Nueva”, finalizó.
Desde las 8:00 a.m. del viernes 24 de septiembre, se llevan a cabo diferentes Eucaristías en sufragio por el eterno descanso del cardenal Urosa Savino, hasta culminar con la Misa de Inhumación de los restos a la 1:30 p.m., presidida por el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, con un aforo limitado a los familiares del cardenal Urosa y el Consejo de Gobierno Eclesiástico.